jueves, 27 de diciembre de 2012

De ruta por la Demanda (Puerto del Manquillo y Pineda de la Sierra)

Esta mañana ha tocado adentrarse, una vez más, en el corazón de la Sierra de la Demanda. Mi hermano Raúl nos hemos acercado hasta el puerto del Manquillo (1416 m.s.n.m), desde donde hemos puesto rumbo a Pineda de la Sierra a través de la vía verde (uno de los recorridos más hermosos que tenemos por aquí), que aprovecha el antigua trazado de un ferrocarril minero que fue inaugurado en 1901 con el objeto de transportar la materia prima desde las minas existentes en la Sierra hasta las proximidades de Burgos, y cuya existencia fue efímera dada su nula rentabilidad, quedando desmantelado a mediados del siglo XX después de unos reintentos fallidos con el transporte de mercancias y de viajeros; cayó en el olvido, y varias décadas después se reaprovecho su itinerario, creándose esta vía verde que fue inaugurada en 2004 para el disfrute de paseantes, ciclistas y jinetes, que también se ven: 56 km. que comunican Monterrubio de la Demanda y Arlanzón, y cuya belleza no puede describirse con palabras, por lo que se hace de obligado cumplimiento su visita para comprobar in situ la grandiosidad de su belleza.
 
Cuando hemos llegado a la cima del Manquillo nos hemos encontrado con niebla, como ya presuponíamos, que afortudamentente ha desaparecido por completo al poco de iniciar nuestro descenso, y desde ese momento hemos podido disfrutar de un jueves soleado y con una temperatura anormalmente agradable para las fechas en las que nos encontramos.
 
La belleza del paisaje no se ve empañada ni con la presencia de la niebla
El poder disfrutar de un paseo por este lugar es todo un privilegio, el recorrido discurre en todo momento paralelo al río Arlanzón (cuyo nacimiento está pocos km. más arriba), que a estas alturas tiene más aspecto de arroyo cristalino que otra cosa, y flanqueado por bosques de haya, pino y rebollo.
Denso pinar, camino de Pineda de la Sierra
Vestigios de niebla en el valle
Pico Mencilla (1932 m.s.n.m.)
Aquí el río Arlanzón aún conserva la pureza en sus aguas, que irá perdiendo paulatinamente a lo largo de su recorrido hasta su desembocadura en el Arlanza
Rebollar y roquedos en la vertiente SW del San Millán
Tramo inicial de descenso del Manquillo, con la presencia de mi bosque favorito: el hayedo
La avifauna que nos hemos encontrado ha sido la típica de la zona, con un predominio casi absoluto de los pajarillos forestales, como no podía ser de otra forma dado el recorrido. Los páridos los más habituales, con la observación de las 5 especies (carbonero garrapinos Periparus ater, carbonero palustre Poecile palustris, carbonero común Parus major, herrerillo capuchino Lophophanes cristatus y herrerillo común Cyanistes caeruleus).
 
Carbonero garrapinos (Periparus ater)
Carbonero palustre (Poecile palustris)
Tampoco han faltado los trepadores azules Sitta europaea, como siempre muy activos y ruidosos, así como petirrojos Erithacus rubecula, chochines Troglodytes troglodytes, mirlos comunes Turdus merula, reyezuelos listado Regulus ignicapilla y sencillo Regulus regulus, mitos Aegithalos caudatus, agateadores europeos Certhia brachydactyla, arrendajos Garrulus glandarius (con un grupo de al menos 6 ejemplares) y piquituertos Loxia curvirostra. Sobrevolando las cumbres varios buitres leonados Gyps fulvus y un milano real Milvus milvus, y un busardo ratonero Buteo buteo posado sobre un poste.

Así pues, seguimos disfrutando de estos últimos días de año con unos paseos marcados por un ambiente primaveral donde la ropa de abrigo sobra, cuando lo normal hubiera sido realizar este mismo recorrido con una buena capa de nieve y helados de frío... el tiempo también está loco!

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