martes, 11 de diciembre de 2012

Mucho frío y pocas novedades

El otoño avanza inexorable hacia el final de su ciclo anual, con un semblante ya más propio de la estación venidera. Durante esta ultima semana hemos tenido un tiempo frío y cambiante en la que no han faltado las heladas matinales, el viento, la lluvia, la nieve, el granizo, la niebla... por supuesto que también algunos momentos de sol.

Es en estos días "feos" cuando más hay que tirar del espíritu pajarero que llevamos dentro, para sacar la fuerza de voluntad necesaria para madrugar y salir al campo a pasar frío, frío y más frío... y eso si tienes suerte y no aparecen otros meteoros como la lluvia o la nieve... Masoquismo? No, yo lo llamo afición!
 
El miércoles 5 estuve realizando el primero de los censos para el sacin (sacre de invierno) en la VM75 aprovechando que las previsiones meteorológicas daban una ligera tregua para ese día, pero todo salió al revés, pues mientras que las predicciones indicaban una paulatina mejoría de las condiciones a medida que avanzara la mañana la realidad dictó que fuera a la inversa, de modo que comencé con un tiempo bastante aceptable y terminé el censo aguantando chubascos de nieve primero y agua todo el tramo final. Aún así, durante el recorrido saqué un total de 30 especies, que más o menos está en la línea de otros años, y bastante representativo de lo que puede verse regularmente ahora por estos lares, aunque con algunas destacadas ausencias circunstanciales (cogujada común Galerida cristata, herrerillo común Cyanistes caeruleus y gorrión chillón Petronia petronia); en cambio, saqué los primeros ejemplares de tarabilla europea Saxicola rubicola (especie muy abundante en verano y muy escasa en invierno) y de carbonero palustre Poecile palustris desde que comenzara mi participación en este proyecto allá por 2008.
 
El domingo también estuve con mi hermano Raúl dando una vuelta por el entorno de La Yecla, donde pudimos ver a los 2 invernantes estrella del roquedo: el treparriscos Tichodroma muraria (1) y el acentor alpino Prunella collaris (1).
 
Buitre leonado (Gyps fulvus)
Treparriscos (Tichodroma muraria)
Después nos acercamos hasta la balsa de riego de Arauzo de Salce. El ambiente soleado que habíamos tenido hasta ese momento cambió drásticamente poco antes de llegar a Caleruega, pues hizo acto de aparición una densa niebla que al mediodía aún mantenía intacta la escarcha caída durante la madrugada, y que ya no nos abandonaría durante toda nuestra permanencia en el humedal. La visibilidad en la balsa era muy escasa, hasta el punto que resultaba imposible divisar una gran mayoría de la superficie acuática (a veces la niebla hacía amagos de levantar... pero rápidamente volvía a echarse de nuevo). Con este panorama apenas podíamos ver únicamente a aquellas aves que se movían próximas a la orilla: ánades azulones Anas platyrhynchos (4), somormujos lavancos Podiceps cristatus (3), fochas comunes Fulica atra (el bando de aves habitual al que no pudimos ver casi hasta el final), garza real Ardea cinerea (1) y los cormoranes grandes Phalacrocorax carbo que continúan siendo muy numerosos, llegamos a contabilizar hasta 134 ejemplares, lo que dadas las circunstancias es de suponer que haya entrado alguno más durante estos días y la cantidad real fuera incluso superior a la existente la semana pasada (141).
 
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)
Estuvimos por allí hasta las 14:00 horas con la esperanza de que las condiciones mejoraran... pero nada, por lo que finalmente decidimos marchar del lugar con la duda de haber sabido si entre la densa niebla pudiera encontrarse algún otro visitante. Nos encaminarnos hacia Peñalba de Castro, y aprovechando que la niebla por fin había levantado al poco de movernos estuvimos visitando el encinar y oteando los campos de cultivos. Al final terminamos la jornada igual que los comenzamos... con sol.

4 comentarios:

  1. Aunque la jornada, meteorológicamente hablando, no se portase todo lo bien que habían previsto, no puedes decir que el día de pajareo se te haya dado mal.
    Yo me daría por satisfecho con la observación de ese treparriscos.
    Un saludo desde Pucela.

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    1. Gracias Juan Miguel. La verdad es que el treparriscos es toda una garantía, un pájaro que nunca me canso de ver. Toda una suerte el tener varios ejemplares al lado de casa!

      Un saludo desde Salas.

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  2. Euu! ese treparriscos alegra (mas si cabe) una buena mañanera pajaril!! QUe buena el saber de un sitio que repiten temporada tras temporada.
    Saludos camperos!

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    1. Desde luego que ver un pajarillo tan curioso como escaso alegra cualquier jornada pajaril, y de los distintos individuos que tenemos este es que más garantías ofrece para su observación. Espero que su invernada en la zona se prolongue por muchos años!
      Saludos.

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