El pasado jueves estuvimos Diego Santamaría y un servidor dedicándole toda la mañana a visitar la comarca de La Ribera, con la clara intención de localizar a la única pareja nidificante conocida en Burgos de Collalba negra (Oenanthe leucura). Y la verdad es que la mañana comenzó bien, pues al poco de llegar, y gracias a la información aportada por los amigos Fernando Román y José Luis Lobo, localizamos a la pareja sin problemas, a la que pudimos contemplar perfectamente desde la distancia.
Con el principal objetivo ya cumplido, disponíamos de casi toda la mañana para pajarear por los alrededores. El lugar era idóneo para el disfrute pajaril, prueba de ello es que sacamos 40 especies en apenas hora y media, y sin movernos apenas del sitio. De entre ellas, cabe destacar la observación de 2 parejas de Collalba rubia (Oenanthe hispanica), una especie escasa en Burgos como reproductora que, si bien es relativamente fácil encontrarla aquí, por ser la zona de cría más favorable para la especie en Burgos, cierto es que a los que vivimos más al norte, allí donde casi sólo se la ve en paso, nos hace ilusión el verlas en esta época. También nos sorprendio encontrar a un Papamoscas gris (Muscicapa striata) en la ribera del Riaza, por las fechas más que nada; es de suponer que se trate de un migrante, bastante tardío, aunque quién sabe... lo mismo es un reproductor (este pájaro se le considera un reproductor ocasional en el sur provincial, aunque ya existe el precedente de su nidicación en esta cuadrícula).
Con el principal objetivo ya cumplido, disponíamos de casi toda la mañana para pajarear por los alrededores. El lugar era idóneo para el disfrute pajaril, prueba de ello es que sacamos 40 especies en apenas hora y media, y sin movernos apenas del sitio. De entre ellas, cabe destacar la observación de 2 parejas de Collalba rubia (Oenanthe hispanica), una especie escasa en Burgos como reproductora que, si bien es relativamente fácil encontrarla aquí, por ser la zona de cría más favorable para la especie en Burgos, cierto es que a los que vivimos más al norte, allí donde casi sólo se la ve en paso, nos hace ilusión el verlas en esta época. También nos sorprendio encontrar a un Papamoscas gris (Muscicapa striata) en la ribera del Riaza, por las fechas más que nada; es de suponer que se trate de un migrante, bastante tardío, aunque quién sabe... lo mismo es un reproductor (este pájaro se le considera un reproductor ocasional en el sur provincial, aunque ya existe el precedente de su nidicación en esta cuadrícula).
Despues nos dirigimos hacia las graveras de Berlangas de Roa, donde pasamos el resto de la mañana. Aquí la cosa estaba bastante parada, lo más interesante fue encontrar a una Garceta grande (Egretta alba) que permanecía muy tranquila entre los carrizos. Por cierto, tardía también ella!
No resulta habitual el poder observar a la Garceta grande (Egretta alba) en Burgos a mediados de mayo |
Por lo demás, en acuáticas sólo un macho de Ánade azulón (Anas platyrhynchos) y otro de Focha común (Fulica atra), supongo que las respectivas hembras estarían echadas en el nido. También las limícolas brillaban por su ausencia, tan sólo un par de Andarríos chico (Actitis hypoleucos), uno de los cuales presentaba leucismo muy conspicuo en el panel alar de su ala izquierda.
Este ejemplar de Focha común (Fulia atra) patrullaba continuamente el humedal. Hoy lo tenía todo para él. |
Quienes se encargaban de dar ambiente al humedal eran los carriceros común (Acrocephalus scirpaceus) y tordal (Acrocephalus arundinaceus), que no cesaron de cantar durante todo el tiempo que estuvimos allí.
Macho de Carricero común (Acrocephalus scirpaceus) en plena actividad canora |
Este macho de Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) rivalizaba continuamente con su pariente común |
En resumen, jornada de pajareo muy entretenida con 66 especies observadas, y entre ellas las 3 especies de collalbas presentes en España, un pleno que muy pocas veces se puede cantar aquí en Burgos.
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