Birding en el Este de Burgos: ¡Ya estamos todos!

viernes, 8 de mayo de 2015

¡Ya estamos todos!

Ayer día 7 pude ver mi primer alcaudón dorsirrojo Lanius collurio del año, un bonito macho que se encontraba de lo más entretenido cazando insectos en los alrededores de Salas de los Infantes. Con la observación de este pájaro, que suele ser el último reproductor estival en llegar, podríamos decir que "¡ya estamos todos!".

Estos días atrás he podido ir viendo al resto de los estivales que me faltaban este año, algunas de estas observaciones caen en fechas de llegada normales y otras no tanto (por su retraso):

- Tórtola europea Streptopelia turtur. Un ejemplar el 1 de mayo en Pinilla de los Moros.

- Abejaruco europeo Merops apiaster. Me ha costado más de la cuenta dar con ellos este año, pues no fue hasta el 30 de abril cuando pude observarlos por primera vez, un grupo de 10 ejemplares en Salas de los Infantes.

- Carricero tordal Acrocephalus arundinaceus. Un ejemplar el 5 de mayo en Arauzo de Salce.

- Zarcero políglota Hippolais polyglotta. Dos ejemplares el 30 de abril en Salas de los Infantes.

- Papamoscas gris Muscicapa striata. Sendas observaciones el 1 de mayo de dos ejemplares en Vizcaínos de la Sierra y uno en Pinilla de los Moros.

- Alcaudón común Lanius senator: Mi primera observación fue el 30 de abril, un macho en Salas de los Infantes; si bien, la primera observación en esta localidad hay que atribuírsela a María José Gonzalez, quien ya vio dos ejemplares el 26 de abril.

Alcaudón común (Lanius senator)

- Escribano hortelano Emberiza hortulana. Un ejemplar también el 30 de abril en Salas de los Infantes.

Además, el 5 de mayo pude ver en la balsa de riego de Arauzo de Salce mis primeros chorlitejos grandes Charadrius hiaticula (5) y archibebe claro Tringa nebularia (1)...

Archibebe claro (Tringa nebularia)

... Así como tres andarríos chico Actitis hypoleucos, dos de ellos muy juguetones!

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

En la balsa también pude ver ese día a esta lavandera blanca Motacilla alba leucística que se encontraba buscando ceba en compañía de su pareja.

Lavandera blanca (Motacilla alba)

Y al igual que sucede con estas lavanderas, cada vez son más los pájaros que ya se observan portando ceba: tarabillas europeas Saxicola rubicola, mirlos comunes Turdus merula, alcaudones reales Lanius meridionalis, estorninos negros Sturnus unicolor...

Tarabilla europea (Saxicola rubicola)

Lo bonito de comienzos de mayo son los contrastes! Por un lado nos encontramos con las aves recién llegadas, que aún no han tenido tiempo de establecerse en sus territorios de cría. En el extremo contrario se encuentran nuestros sedentarios reproductores más precoces, cuyos nidos por estas fechas ya tienen pollos, que pronto veremos dando sus primeros vuelos. Y en un punto intermedio están los estivales que llegaron no hace mucho, y que ya se encuentran marcando sus territorios y construyendo los nidos; entre estos, algunos de los que más se hacen oír son las currucas carrasqueñas Sylvia cantillans y mirlonas Sylvia hortensis...

Curruca mirlona (Sylvia hortensis)

También el mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli está muy activo, haciéndose notar a distancia, y es que pese a su diminuto tamaño este pájaro está dotado de un potente (y característico) canto...

Mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli)

Torcecuellos euroasiáticos Jynx torquilla, bisbitas campestres Anthus campestris y arbóreos Anthus trivialis, ruiseñores comunes Luscinia megarhynchos, collalbas grises Oenanthe oenanthe, roqueros rojos Monticola saxatilis y solitarios Monticola solitarius, oropéndolas Oriolus oriolus... y un largo etcétera de especies inundan los campos con sus trinos, un auténtico regalo para los oidos del observador.

Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos)

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)

Roquero rojo (Monticola saxatilis)

Y en los pueblos los vencejos comunes Apus apus ya dominan nuestros cielos. Si bien los primeros ejemplares se dejaron ver en Salas hace un par de semanas (el 21 de abril en concreto), no fue hasta el 5 de mayo cuando llegó el contingente reproductor (o al menos buena parte).

Milano negro (Milvus migrans)

Aguilucho cenizo (Circus pygargus)

Águila calzada (Aquila pennata)

Cetia ruiseñor (Cettia cetti)

Curruca tomillera (Sylvia conspicillata)

Jilguero europeo (Carduelis carduelis)

Y para terminar la entrada, en esta ocasión lo voy a hacer hablando no de un ave, sino de un pequeño mamífero, el topo europeo Talpa europaea. En el espacio de unos pocos días he tenido la ocasión de observar dos facetas de este animal que desconocía por completo. El topo es un animal que pasa la mayor del tiempo oculto bajo la tierra, por lo que el mero hecho de encontrártelo en la superficie, al descubierto, ya resulta fruto de una casualidad. Hace unos días, durante uno de mis recorridos, pude ver un ejemplar atravesando una carretera. Lo que más me llamó la atención fue la gran velocidad con la que se desplazaba sobre el asfalto, para ocultarse rápidamente en la cuneta bajo tierra. La escena se sucedió tan fugazmente que no me fue posible el capturar gráficamente ese momento, hecho que me fustró por ser un acontecimiento que no se ve habitualmente. Pero lo que son las cosas, el destino quiso darme una segunda oportunidad tan solo unos pocos días después, ayer 7 de mayo. En esa ocasión la escena, muy similar a la anterior, la pude contemplar desde uno de los puentes sobre el río Arlanza. Mientras atravesaba el puente, más pendiente de la vegetación ribereña que de otra cosa, por el rabillo del ojo vi flotando sobre el agua algo negro que en un principio di por una rama o palo que era arrastrado por el cauce. Sin embargo, "ese objeto" no seguía el curso natural del agua, sino que se desplazaba transversalemente, además era un movimientoa propulsado. Ese detalle centró mi atención, y cual fue mi sorpresa cuando me percaté que se trataba de un topo, que se encontraba cruzando el cauce del río con una gran soltura, con nado firme y desenvuelto, que le llevó a la orilla opuesta en unos pocos segundos, donde rápidamente excavó en la tierra una galería en la que se ocultó en cuestión de segundos. Mismo proceder que en el caso anterior (el de la carretera), con la diferencia de que en esta ocasión sí tuve la oportunidad de inmortalizar el momento, y la secuencia fotográfica resultante sirve para cerrar este post.