Después de un fin de semana en el que no hubo tiempo para el pajareo, salvo a última hora del domingo cuando, dado que no estaba como para muchos paseos y que las idas y venidas de chubascos tampoco animaban en absoluto, aproveché la ocasión para dedicarle un poco de tiempo al TBY en su modalidad C, es decir, pajarear desde casa, que últimamente lo tenía un poco abandonado. Así pues, desde la ventana estuve echando un ojo (y oído) a lo que se movía por los huertos, prados y choperas que tengo en los alrededores, y donde suele haber bastante movimiento, de pequeños pajarillos sobre todo. En los huertos se veían algunos gorriones comunes Passer domesticus y bastantes estorninos negros Sturnus unicolor yendo y viniendo a por el alimento con que cebar a sus pollos, también lavanderas blancas Motacilla alba, colirrojos tizones Phoenicurus ochruros, urracas Pica pica...; en las choperas cantos de cucos Cuculus canorus y oropéndolas Oriolus oriolus, y el cielo surcado por multitud de vencejos comunes Apus apus, golondrinas comunes Hirundo rustica y aviones comunes Delichon urbicum. nada nuevo que ya no tuviera registrado en mi listado.
En ese momento no era consciente de lo que estaba a punto de acontecer allí mismo, una de las experiencias ornitológicas más emocionantes vividas en bastante tiempo. Y es que cuando estaba observando el movimiento de paserines en unos huertos, a eso de las 19:50 h., hizo acto de aparición el indiscutible protagonista de esta entrada, un precioso halcón de Eleonora Falco eleonorae que, proveniente del WSW, hizo un amago de picado sobre los pajarillos, para seguidamente, y tras realizar varios cicleos, posarse en la copa de la chopera que tengo justo enfrente, a unos 100 m. de distancia. En un primer momento pensé que era un halcón peregrino Falco peregrinus, aunque posteriormente, ya cuando tuve la ocasión de verlo con más detenimiento pude comprobar que se trataba de un Eleonora de morfo oscuro. Una vez identificado, y aprovechando que continuaba posado en la copa de uno de los chopos, corrí presto a por el 400, mucho más rápido de montar que el equipo de digiscoping, con la intención de poder documentar gráficamente tan excepcional cita. Sin embargo, al regresar pude comprobar que el ave había desaparecido, qué frustración!
Aún quedaba tarde por delante, por lo que no perdía la esperanza de poder volverlo a ver desde mi privilegiado observatorio. E hice bien en perseverar porque, unos 10 minutos después de su primer avistamiento, hizo acto de aparición nuevamente, pero esta vez es su máximo esplendor. Sin saber de dónde apareció pude observar, atónito, como capturaba con suma facilidad a uno de los vencejos comunes Apus apus que merodeaban por las inmediaciones del nido (todo ello a escasos 50 m. de mis narices), para terminar adentrándose en la chopera anteriormente mencionada con la presa entre las garras. Una escena digna de ser recordarda por lo excepcional de la misma, por estar implicados una rareza local en el papel de verdugo, esta belleza de halcón, y una de las aves más veloces de nuestra ornitofauna en el triste, pero necesario, papel de víctima, el vencejo.
En ese momento volvió a comenzar a llover (por enésima vez), pero ello no impidió que fuera a la búsqueda de la tan ansiada instantánea. Y finalmente esta llegó, pero como si nada! Tan solo pude verlo salir precipitadamente de la chopera y alejarse rápidamente hacia el NW, es decir, en dirección hacia Barbadillo del Mercado-Pinillas de los Moros, todo fue tan precipitado que solo pude tirarle un par de cutrefotos... pero cutres, cutres!
Halcón de Eleonora (Falco eleonorae) |
Esta zona es la potencialmente más propicia para la observación de esta rara especie en Burgos, y es precisamente ahora una buena época para poder encontrarlo. Es por ello que el viernes le estuve dedicando bastante tiempo a la prospección de lugares favorables donde podría aparecer el halcón, pero sin éxito alguno, algo que no me extrañó en absoluto, pues resultados similares se dieron en temporadas anteriores. Y lo que son las cosas, cuando menos te lo esperas... zas!... se te planta delante de las narices, y encima sin salir de casa... increible! Segunda cita para Burgos!
Sí, si... ¡Increible pero cierto!
ResponderEliminarEnhorabuena por el avistamiento, Rufino.
Un saludo de 'ojolince y sra.'
Gracias Juan Miguel, aún me dura la emoción jeje. Estos momentos no tienen precio ;-)
EliminarUn abrazo.
Impresionante tío, te lo mereces me encanta tu blog, un saludo desde burgos.
ResponderEliminarMuchas gracias David, me alegro que te guste!
EliminarUn saludo, Rufino